miércoles, 9 de julio de 2025

El diálogo asertivo

En una sociedad en la que con frecuencia se presentan conflictos, el diálogo es la mejor herramienta para prevenirlos o superarlos y promover la convivencia. Implica una actitud de respeto y consideración por el otro, así como la convicción de que es posible solucionar los desacuerdos mediante el razonamiento y la comunicación. 

El diálogo a tiempo permite que las personas expresen los malestares y que el conflicto sea abordado en sus fases iniciales. No obstante, se vuelve indispensable para terminar conflictos que han causado mucho daño, más que la mera conversación, es el encuentro de personas, de sus ideas, proyectos, sentimientos, valores y temores. Por ello, requiere de:

  • Habilidades verbales: Hay que saber qué se quiere decir y seleccionar las palabras adecuadas. No es lo mismo estar molesto que indignado, o desesperanzado que nostálgico.
  • Empatía: Se debe saber compartir los sentimientos; en primer lugar, tener la habilidad de comprender lo que el otro siente, ponerse en su lugar
  • Asertividad: Se debe ser capaz de decir lo que se siente y se piensa, con sinceridad, pero sin herir o dañar a la otra persona. Es llevar de la mano la franqueza y el respeto
  • Compromiso: Procurar que lo que se diga, se prometa o se acuerde, se lleve a la práctica. Es dotar a la palabra de confianza.

Recomendaciones prácticas para el diálogo:

  • Promover la confianza a través del contacto visual.
  • Concentrarse en lo que está diciendo la otra persona y evitar dar nuestra opinión.
  • Situarse a una distancia apropiada con una actitud de escucha.
  • Evitar gestos nerviosos y distractores.
  • Asentir con la cabeza para que el interlocutor se dé cuenta de que estamos siguiendo su conversación.
  • Evitar interrupciones como contestar el teléfono o atender a otras personas simultáneamente.
  • Usar palabras para estimular la conversación, como: «continúa, qué más...».
  • Hacer preguntas que aclaren determinados aspectos.
  • Parafrasear para que el interlocutor sienta que estamos captando la esencia de lo que quiere transmitir.
  • Evitar, en todo momento, juzgar, evaluar o descalificar al interlocutor.

La colaboración.

Etimológicamente, colaboración significa laborar, trabajar en grupo, o un trabajo o actividad que se hace en compañía de otros. No es el mero apoyo o ánimo que viene de fuera, sino que alguien se ha puesto a trabajar junto a otra persona.

La colaboración implica:

  • Una meta común, que no solo se establece, sino que se siente como de todos
  • Un esfuerzo compartido y coordinado.
  • Una actitud de apertura a los demás, a sus ideas y proyecciones.
  • Compartir las consecuencias del trabajo, sus éxitos y fracasos

Una persona con ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazada cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está segura de sí misma, ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos.

¿Para qué puede servir colaborar ante un conflicto?

En caso de conflicto intragrupal: Permite conocer las condiciones que lo generaron, porque dentro de los mismos integrantes están quienes han influido en su origen y, a la vez, están quienes pueden colaborar para encontrar una salida creativa y adecuada

En caso de conflicto intergrupal: No para conspirar contra s oponentes, sino para tener una mayor variedad de ideas de cara a la solución, Además, en una etapa del abordaje del conflicto, el oponente se convierte en un colaborador para la resolución.


Integrantes: 

  • Anaya Olmedo, Jefferson Adonay #4
  • Martínez González, Nahomy Camila #19

 



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